
ANDREA FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, 2º Bachillerato B
La pandemia que hemos comenzado a vivir en los pasados meses está dejando notables secuelas en todos los ámbitos (económico, social, político, etcétera). Esta situación ha hecho tambalear la estructura de numerosos sectores profesionales; en este caso, nos centraremos en el sector publicitario, que es, quizás, uno de los más afectados.
Ante esta complicada situación a la que aún nos estamos enfrentando, las marcas han tenido que replantearse sus decisiones estratégicas, y adaptarse a los cambios respecto al consumo y a la demanda de los clientes; el coronavirus y la publicidad han convergido en los últimos meses para llevar a cabo una transformación que, según parece, se extenderá durante mucho tiempo.
Los meses de confinamiento, y todo lo que han conllevado, han hecho que nuestra mentalidad haya cambiado. Esta realidad, aunque no sabemos cuánto tiempo durará, ha hecho que nuestros hábitos de consumo cambien en gran medida. En estos tiempos que estamos viviendo, nuestra preocupación por la gente que nos rodea ha aumentado, y, consecuentemente, hemos aprendido (o estamos aprendiendo) a valorar lo que se nos ha arrebatado, sin previo aviso, durante meses. Esto ha tenido una consecuencia directa en la publicidad; los anunciantes se han “humanizado”, y ahora parece que defiendan o promuevan los valores morales en la publicidad. Todos hemos visto decenas de anuncios con mensajes esperanzadores, que promovían la unidad social y la colaboración, mostrando una gran implicación y compromiso con el bienestar de los clientes. Esta preocupación que nos han brindado las marcas que habitualmente consumimos, se está convirtiendo en una especie de cliché, y, es probable que, a muchos de nosotros, nos haga cuestionarnos si esa preocupación es real o es, simplemente, otra estrategia de marketing más.
Sigue leyendo “Publicidad y Pandemia”