VEGA ÁLVAREZ GARCÍA, 1º Bachillerato A
El año que acaba no ha sido como todos. No. Quién ha olvidado el revolcón emocional que supuso aquel confinamiento que empezó pareciendo un juego y tanto alteró nuestras vidas, nuestras emociones, nuestras percepciones. En recuerdo de esos días que quizá nos cambiaron más de lo que creemos, publicamos este testimonio de Vega Álvarez García. En unas horas cerramos el año y, sobre todo, abrimos otro….Que hayamos aprendido algo. Que nos sea favorable.
Y de repente, me vi inmersa en una situación extraña que comenzaba con risas entre amigos y bromas que pronto nos daríamos cuenta de que no hacían tanta gracia, pues comenzamos nuestra cuarentena como unas vacaciones. 15 días en los que aprovecharíamos para salir y disfrutar de nuestros amigos, en los que recompondríamos fuerzas para después, continuar con exámenes, y para los que nos despedíamos de nuestro antiguo colegio, celebrar una gran fiesta de graduación. Pero nada fue como lo imaginábamos. Comenzamos pensando que lo único que se suspendían eran las clases durante unos pocos días, y no el disfrutar un poco de aire fresco, o de los nuestros durante tantos meses. Comenzamos con la mayor de nuestras sonrisas, y aunque poco a poco se iban apagando por la desesperanza y la incertidumbre al ver que esos 15 días se alargaban cada vez más, conseguimos encontrar momentos de alegría, en llamadas con amigos, o momentos en familia. Poco a poco fuimos aceptando que todo aquello que habíamos planeado, no iba a ser posible, pero también nos dimos cuenta de que perdernos una fiesta o un viaje, no se comparaba a perder el contacto con nuestros amigos. En esta cuarentena hemos aprendido a hablar con nosotros mismos, a querer y a estar para las personas que más nos quieren, a valorar el tiempo, y a ser cautelosos, hemos aprendido a no despertar a nuestros padres con una risa escandalosa tras muchas noches de dormirnos a las tantas hablando con nuestros amigos, hemos aprendido que el aprender nunca descansa, y que siempre es un buen momento para empezar a hacer deporte, que el parchís no es tanto un juego de viejas, y que el uno online tampoco está tan mal… Hemos aprendido cuál es el lado más cómodo de nuestra cama y hasta sabemos de diseño de interiores, reorganizando nuestra habitación 1 y otra y otra vez, pues el aburrimiento nunca nos ganaba.
Sigue leyendo «FELIZ AÑO NUEVO»