Jana Oceransky, 4º ESO C
AVENTURAS Y DESVENTURAS DE UNA COMPAÑÍA DEL SIGLO DE ORO POR LA ESPAÑA DEL SIGLO XXI.
En esta nueva obra de Sergio Gayol, se cuenta la historia de cuatro actrices y un actor que, intercalando a los grandes autores del teatro español junto con sus propios monólogos, crean una escena bastante original.
La obra comienza introduciendo a los personajes: quiénes son, en qué trabajan, por qué se encuentran juntos, etcétera. Y es solo después de hacer un corto ejercicio de dramatización que deciden formar un bojiganga*. Después de tomar esta decisión, se embarcan en un viaje donde recorren varias ciudades de España representando El Retablo de las Maravillas de Miguel De Cervantes. Durante este viaje ocurren cosas muy extrañas y otras que no lo son tanto: desamores, peleas, violaciones… Sin embargo, si deseas saber más, deberás ir a verla.
Ahora hablemos sobre los detalles técnicos: no se les oía. Entre el ruido de los alumnos de varios institutos, y que yo me encontraba en la última fila, todo el mundo tenía que estar en silencio y ellas (las actrices) tenían que hablar muy alto para que yo fuese capaz de medio entender lo que estaban diciendo. La luz era adecuada: nada innovador pero tampoco hubo ningún fallo.
La escenografía, por otra parte, era bastante original. Se cambiaban de vestuario en el mismo escenario sin el telón bajado, lo cual no es muy buena idea delante de cientos de adolescentes, y utilizaban una pantalla eléctrica que cambiaba de colores según la escena. También utilizaban unos palés que iban moviendo por el escenario para cambiar de escena, junto a unos maniquís que se encontraban al fondo con su vestuario.
El vestuario también era correcto, un poco zarrapastroso, aunque creo que estaba hecho así a propósito. Como ya he dicho, se cambiaban en escena, lo cual daba la sensación de ser algo que pensaron en último minuto. Sin embargo, sí que en los últimos cuartos de hora de la función entraron y salieron del teatro con diferentes vestidos y ropajes, lo cual contrasta con la idea de que cambiarse en escena fue algo de último minuto.
La obra tiene un contenido didáctico obvio: al hablar de temas teatrales, como pueden ser los diferentes tipos de compañías, explicaban cada una, por ejemplo, con una canción. El lenguaje que emplean es propio de unos adultos del siglo XXI, pero había veces que lo mezclaban con el lenguaje de las grandes obras teatrales, causando que no supieses diferenciar al actor del personaje.
A veces la actuación era algo excesiva, aunque como ya dije antes, puede ser que fuese a propósito para caracterizar a los personajes. En general eran buenos actores: buena vocalización, pronunciación y ritmo. Sin embargo, había diálogos que parecían durar siglos, y otros que terminaban demasiado pronto.
Para finalizar: aunque hay aspectos que se pueden mejorar, la obra en general es entretenida y educativa, algo que todo el mundo puede disfrutar.
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